Isadora encontró esa base con un caballo de metal. La estuvo tallando durante días hasta que la madera obtuvo una textura completamente diferente. Y de pronto decidió pintarla de azul y convertirla en una imagen relacionada con los sueños azules. Le anexó todo lo demás, convirtiendo la basura en una especie de trofeo.
Esta es, bueno era, una Polly Pocket de colección. Que pasó de ser una rubia que gusta de ir a las tiendas a ser... pues en definitiva no es una chica de "shoping" sino algo un poquito espeluznante. Esta fue una de las piezas favoritas de los chicos, especialmente cuando fue sumergida de los cabellos en un bote de pintura enmedio de una exclamación general de "aahhhh guuaauuuuuuu"... 
Resultó ser también una de las fotos mas difíciles de tomar debido a que el fondo se fundía con el objeto y quería integrar unas de detalle. Donde se apreciara un poco mejor el cabello de la misma muñeca que se encuentra esparcido sobre ella.
Esta pieza es de Brenda...
Víctor, que en definitiva deseaba poder trabajar todos los ejercicios con Pokemon, realizó este dibujo (si, de un pokemon relacionado con el Ave Fenix) y lo fue rellenando con estampas de Sailor Moon. Que es otro anime, contrario al estilo, narrativa y personajes de Pokemon.
Este es un detalle. No le dio tiempo de acabarlo para el final del taller pero se lo llevó a casa.
Éste es un tierno changuito desmembrado. Obra de una niña que llegó de visita y buscó entre sus cosas con que particpar en la transformación de objetos... No anoté su nombre...
Esta superpieza es de Heidi. Que en principio quería hacer ropa de papel para el muñequito con la intención de vestirlo con ropita como la que es de muñecas recortables. Y transformando la idea llegó a este niño que recuerda alguna deidad extravagante... El cuerpo está cubierto de extensiones largas de papel rizado y "coronado" con una concha marina
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